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Desde su nacimiento, los niños deben recibir vacunas para protegerlos de diversas enfermedades.
La primera vacuna es la que la madre transmite al niño a través del calostro, pero esta no es suficiente para proteger al recién nacido. Por esa razón, al momento del nacimiento también se les deben aplicar la vacuna BCG y la vacuna de Hepatitis B.

La vacuna BCG


Esta vacuna funciona contra la tuberculosis. No produce reacciones inmediatas y sólo al mes se presenta una lesión roja que persiste por varias semanas y que no requiere ningún tipo de tratamiento. Luego, a la sexta o doceava semana después de la vacunación, aparecerá una costra que puede o no dejar una cicatriz.


La vacuna de la Hepatitis B


La hepatitis B es una enfermedad del hígado infecciosa causada por el virus de la hepatitis B.
Los bebés pueden contraer la hepatitis B por medio de la sangre u otros líquidos corporales que contengan cantidades pequeñas de sangre de una persona infectada, incluso cuando no tenga síntomas de la enfermedad.

Esta vacuna
• Protege a los bebés de la hepatitis B
• Protege a otras personas de esta enfermedad. Los niños con hepatitis B generalmente no tienen síntomas, pero pueden transmitirla a otras personas sin que nadie sepa que están infectados.

Es muy segura y eficaz; sin embargo, puede causar efectos secundarios. La mayoría de las personas que reciban la vacuna contra la hepatitis B no tendrá ningún efecto secundario. En caso de que sí, estos suelen ser muy leves, como fiebre baja o dolor en el brazo por la inyección. En última instancia, los riesgos potenciales asociados a la hepatitis B son mucho mayores que los riesgos relacionados con la vacuna.

Si requieres la aplicación de éstas u otras vacunas para tu bebé, no dudes en contactarnos.
Consultorio Dr. Marco Escalante Rodríguez

Mérida Yucatán, México
www.drmarcopediatra.com

Fuente del contenido: Centro Nacional de Vacunación y Enfermedades Respiratorias (NCIRD), traducido por CDC Multilingual Services