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La salud de nuestros hijos es una de nuestras principales preocupaciones como padres. Queremos asegurarnos de que crezcan fuertes y saludables, y la anemia infantil es una preocupación que puede afectar a muchos padres. La buena noticia es que, con la información adecuada y las medidas preventivas correctas, la anemia infantil es una batalla que se puede ganar. En este artículo, exploraremos qué es la anemia infantil, sus causas, síntomas y cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a mantenerse saludables.

¿Qué es la anemia infantil?
La anemia infantil es una condición en la cual el cuerpo de un niño no tiene suficientes glóbulos rojos sanos para llevar oxígeno adecuadamente a los tejidos del cuerpo. La Asociación Americana de Pediatría (AAP) define la anemia en niños como una hemoglobina en sangre inferior a lo normal para su grupo de edad. La hemoglobina es una proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno a través del cuerpo.

Causas de la anemia infantil
• Deficiencia de hierro en la alimentación
• Mala absorción intestinal.
• Sangrado repetido: menstruaciones muy abundantes, sangrados nasales muy frecuentes, pérdidas sanguíneas digestivas, etc.
• Crecimiento acelerado.
• Enfermedades crónicas
• Trastornos genéticos

¿Cuándo son más propensos a padecerla?
Durante el primer año de vida y en la adolescencia, justo en etapas de crecimiento acelerado.

Síntomas de la anemia infantil
• Fatiga: Los niños anémicos pueden sentirse cansados y letárgicos con facilidad.
• Piel pálida: La falta de hemoglobina puede hacer que la piel de un niño se vea más pálida de lo normal.
• Irritabilidad: Los niños anémicos pueden estar más irritables o de mal humor.
• Dificultad para concentrarse: La falta de oxígeno puede afectar la concentración y el rendimiento escolar.
• Problemas de crecimiento: En casos graves y crónicos, la anemia puede afectar el crecimiento y desarrollo de un niño.

Prevención y tratamiento de la anemia infantil
La prevención es clave cuando se trata de la anemia infantil. Aquí hay algunas medidas que los padres pueden tomar:
• Dieta equilibrada: Asegurarse de que sus hijos reciban suficiente hierro y otros nutrientes esenciales a través de alimentos como carnes magras, legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos), espinacas y cereales fortificados.
• Suplementos de hierro: En casos de deficiencia confirmada, el pediatra puede recomendar suplementos de hierro que pueden venir en gotas, ampolletas bebibles o comprimidos.
• Exámenes médicos regulares: Los chequeos médicos regulares permiten detectar la anemia en sus etapas iniciales y abordarla antes de que se convierta en un problema grave.

Tips importantes

* El tratamiento con hierro puede general problemas digestivos o náuseas, por eso es importante no consumir el hierro en ayunas sino luego de haber comido.
* Para una mejor absorción del hierro, se recomienda consumir los alimentos que lo contienen y los suplementos junto con cítricos (Ej. lentejas con un poquito de limón, carne con limonada o naranjada…)
* Si notas un cambio en sus heces, es normal.
* Los lácteos pueden afectar la absorción del hierro, ofrécelos con moderación y de preferencia cuando no estén consumiendo el mayor aporte de hierro.

Como padres, estamos en la primera línea de defensa para la salud de nuestros hijos, ¡así que mantengamos a nuestros pequeños guerreros fuertes y saludables! Recuerda siempre consultar con el pediatra para obtener orientación específica sobre la salud de tu hijo. www.drmarcopediatra.com